You’ll Never Walk Alone

Tiempo de lectura: 5 minutos

You´ll never walk alone

Producción audiovisual con mucho cariño, de tus hermanos. 

Ya que cada detalle en los días del matrimonio se notó tan intencional y tan lleno de cariño, quisimos imitaros.

Así que en esta página podréis conocer todo sobre el video y sea una auténtica experiencia.

P.D.: he escrito en vosotros para que Pablo entienda. 🙂

 

THE MAKING OF
AN UNBELIEVABLE MOMENT

Y un día me llamó Carlos.

-Juani, estaba pensando que tenemos que hacer un video para la boda de Mariana.

– Claro -contesté-. Había pensado lo mismo pero va a estar difícil. Miradas de Amor puso la vara muy alta.

-Si, es verdad. Vamos a pensar algo y hablamos más adelante.

Me costó mucho llegar a una idea. Cuando escribí el guión de Miradas de Amor, me salió de un solo tiro. Luego Carlos hizo su magia editando y quedó algo muy especial.

No fue así esta vez. Cuando me senté a escribir me costó mucho, mucho, mucho dar con un tema y un texto con el que me sintiera satisfecho.

Un día, rezando, le pedí a Dios una ayuda especial. Se acercaba la boda y no tenía el guión. ¡Auxilio! Y entonces, me vino a la mente la idea de que el hilo conductor del video podía mostrar cómo has estado siempre acompaña por tanta gente que te quiere.

Cuando salí del oratorio tenía un voicenote de Carlos. Larguísimo. Se le había ocurrido que el video podía ser relacionado a una carrera de revelo. Donde la carrera era tu vida y el revelo era toda la gente que ha corrido a tu alrededor ayudándote en cada etapa.  

Me sorprendió muchísimo porque era en esencia la misma idea que se me había “ocurrido” mientras rezaba.

Le expliqué a Carlos que no se dice revelo, sino relevo. Nos reímos como por 3 horas. Y luego me puse a escribir.

Mientras lo hacía, recordé que a Iraida le regalamos un cuadro con el texto de Miradas de Amor. ¿Podríamos hacer algo parecido para ti? Y pensé en un mosaico de fotos de toda la gente que te ha acompañado. Pero abandoné la idea porque no me daba tiempo.

En el aeropuerto de Miami, Ruth me contó que te tenía un regalo. Y ¿Qué me mostró?… ¡Un mosaico de fotos! Yo no lo podía creer.

Sin ponernos de acuerdo Ruth, Carlos y yo te habíamos querido transmitir la misma idea: nunca has estado, ni estarás sola.

Un último cuento. La idea original era hacerlo igual que Miradas de Amor. Los tres varones y esta vez, incluyendo a mi papá. Pero estando con Ruty en el avión me di cuenta de que sería mucho mejor si interveníamos todos. Y el mismo día que llegué, el jueves, en el cuarto de Tomás en el Tres Reyes, grabamos todos los audios.

Y un último secreto… Pablo ha sido un promotor del video. No quería que faltara.

Sin quererlo, poco a poco, Dios fue moviendo sus fichas para que el video fuera una prueba de lo que quisimos comunicar:

You will never walk alone.

PEQUEÑOS SECRETOS

Willis, Judas, The Lord Of The Rings… son muchas las referencias que pusimos para que sintieras el video muy tuyo, muy íntimo.

Pero, hay dos frases en el video, que esperamos que entiendas en toda su profundidad. Si las consigues nos cuentas.

Te doy una pista: Una hace referencia a los anillos. La otra, a Hakuna.

We are standing in the shoulders of giants

Las ideas que lo inspiraron 

Una primera frase es “We walk in the shoulders of giants”. Tu presente ha tenido mucha gente increíble a tu alrededor, pero también tu pasado está lleno de gente espectacular. Pienso ahora en Totoya, que se nos fue hace poco. Pero también en Mana. Y junto a ellas, tantísimas personas que nos han abierto el camino y fueron referencia mientras crecimos. Siento que esto está bien expresado en una canción de Fernando Delgadillo que se llama “Hoy hace un buen día” y me inspiró para el texto.  

La segunda frase, es de San Agustín: “nada mueve más a amar que sentirse amado”. Si has tenido alrededor a gente que te quiere, es porque también has sabido querer. ¡Sigue así!

La segunda canción, se explica más abajo.

"Cuando uno se siente querido se atreve a soñar "
Tomás Bethencourt
En "You´ll never walk alone"

El Sound Track

You´ll Never Walk Alone, es el soundtrack del video.

La canción fue escrita para un musical en 1945. Pero como comprenderás, no es por eso que la conozco.

Por alguna razón, acabó siendo el himno del Liverpool. Uno de los equipos de fútbol más potentes y con más tradición de Inglaterra.

Lo cantan todos sus fans en tres momentos. Cuando el partido va a empezar, cuando el partido está en un momento difícil o cuando pierden, pero han jugado con todas sus fuerzas.

La idea es siempre la misma: los jugadores no están solos. Toda su fanaticada los apoya y los anima hasta el final.

Mariana y Pablo, ahora que comienzan esta etapa, corran y jueguen confiados, y sepan que como el Liverpool, tiene una fanaticada que siempre está ahí, gritando: 

 

You´ll Never Walk Alone.

¡Ahora sí! Es el momento del video

DISFRUTAD

Mis encuentros con Benedicto XVI

Tiempo de lectura: 4 minutos

Detector de falsas excusas

Tiempo de lectura: < 1 minuto

Preguntas Difíciles

Tiempo de lectura: 2 minutos– Mami, ¿si santa es tan gordo cómo cabe por la chimenea? Y, si esta casa es tan alta ¿cómo es que logra bajar sin darse un golpe cuando cae? Si no sabes, yo se lo voy a preguntar, esta noche me voy a quedar despierto para conocerlo.

– No –contesta la mamá- no puedes porque hay que irse a dormir.

– Pero, ¿por qué no puedo quedarme despierto para saludarlo? Seguro se alegra de verme.

     Y otro día:

– Hijo, vamos a hablarle a Papá Dios que está en tu corazón.

– Pero mami, ¿porqué no sale de ahí y así es más fácil hablar con Él? Si lo viera, es más fácil. ¿Por qué Dios no se deja ver? Yo lo quiero ver.

Y así, continúa la historia de un niño preguntón y una madre que no sabe cómo contestar.

Y es que muchas de estas preguntas solo tienen una respuesta: no sé. Pero los adultos solemos tener miedo a decir no sé. Nos hace sentir débiles, inseguros. Fuera de control. Antes de decir que no sabemos, lanzamos cualquier teoría. Pero…  ¡Es tan evidente que la realidad supera lo que somos capaces de explicar!
Superar la tentación de ser sabelotodo y decir no sé, llena de alegría. Primero, porque abre las puertas a la novedad y permite que el mundo nos sorprenda. Solo es nuevo y sorprendente lo que antes desconocíamos. Y segundo, porque solo quién reconoce que no sabe, busca saber y disfruta del gozo de aprender.

Honey Mustard (English Version)

Tiempo de lectura: 2 minutos

Due to the success of the article in Spanish (it is by far the most commented and one of the top 5 read stories of my blog), a very kind reader offered to translate it so it could be read in English. Here it goes:
Related imageIt was one of those conversations that you fondly remember. The moment facilitated a serene dialogue, the place offered a cozy setting and the subject of conversation was interesting. The speaker was telling me that he was in search of the women of his life. And he wished to find one who was compatible with him. His problem up to that point was finding someone who would second his tastes, hobbies, and lifestyles.

A phrase of Chesterton came to my mind which with his usual irony, he emphasized: “if all the married couples could get divorced for being incompatible, I don’t understand why all of them haven’t gotten divorced.” Because it’s evident, nature imposes it, a man and a woman are simply non-compatible.
Human relationships are like good sauces, they are made with many ingredients that together are a lot more valuable than when considered individually. The important thing is not that the ingredients are compatible but that they complement each other. That the good things of one person may not dim or cover the good things of the other. On the contrary, that they may be able to make them disappear or at least, make them imperceptible. The real richness of a human relation is not in its compatibility but
rather in its complementarity. That together they may be more than being alone. That’s how to make the famous sauce known as honey-mustard. Honey is more compatible with sugar but only when it’s willing to join with something different, something new occurs.
And following this reasoning, I ended up giving this advice to my friend: Don’t aspire for compatibility. Soon it will bore you. Instead, learn to enrich yourself with the differences of others. That way you will not only find the woman of your life but you will know to love her to the end.

Honey Mustard

Tiempo de lectura: 2 minutos

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Era una de esas conversaciones que se recuerdan con agrado. El momento facilitaba un diálogo sereno, el lugar le proporcionaba un escenario acogedor y el tema de conversación era interesante. Mi interlocutor me decía que estaba en la búsqueda de la mujer de su vida. Y deseaba conseguir una que fuera compatible con el. Su problema hasta el momento era encontrar a alguien que secundara sus gustos, aficiones y estilos de vida.

Me vino a la cabeza una frase de Chesterton que con su habitual ironía puntualizaba: “si los casados pudieran divorciarse por ser incompatibles, no entiendo porque no se han divorciado todos”. Porque es evidente, la naturaleza lo impone, un hombre y una mujer no son compatibles.

Las relaciones humanas como las buenas salsas, están hechas de muchos ingredientes que en su conjunto son mucho más valiosos que individualmente considerados. Lo importante no es que los ingredientes sean compatibles sino que se complementen. Que las cosas buenas de uno no desluzcan las del otro. Por el contrario, que sean capaces de hacerlas desparecer o al menos, hacerlas imperceptibles. La verdadera riqueza de una relación humana no está en su compatibilidad, sino en su complementaridad. Que juntos son más que estando solos.

Es así como se hace la famosísima salsa conocida como honey-mustard. La miel es más compatible con el azúcar pero solo cuando está dispuesta a juntarse con algo distinto, surge algo nuevo. 

Y siguiendo estos razonamientos, acabé dándole este consejo a mi amigo: No aspires a la compatibilidad. Pronto te aburrirá. Aprende más bien a enriquecerte con lo distinto que tienen los demás. Así no solo encontrarás la mujer de tu vida sino que la sabrás amar hasta el final. 

En defensa de los políticos

Tiempo de lectura: 2 minutos

En los últmos años he tenido la posibilidad de conversar con personas de muchos países. Hay una cosa en común: el desencanto con la clase política que dirige su país. No importa de donde venga, su edad o sexo, era casi universal el sentimiento de que los políticos le han fallado. 
¿Cómo es esto posible? ¿Realmente los políticos del mundo son unos corruptos y egoistas? ¿No hay politícos capaces de trabajar bien? 
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Las doctrinas políticas sobre el contrato social establecen que el pueblo delega a través del voto el poder de gobernar la ciudad.  Pero en muchas democracias modernas, el tono de protesta del ciudadano común es de quien espera todo del gobierno y siente que cumple con su deber yendo a votar en el período establecido. En realidad no delegamos el gobierno, sino que nos desentedemos de él.  Esto es claramente un error porque la construcción del bien común es una resposabilidad tan de los políticos como de los demás ciudadanos. 

Por eso, me atrevo a afirmar que el descontento colectivo con la clase política es, en muchos casos, consecuencia de haber dejado de hacer lo que como ciudadanos nos corresponde y pretender que lo resuelva el gobierno. 

Aceptar esta realidad es difícil pero sin duda más provechoso para la sociedad. Nos impide echarle la culpa al gobierno de nuestros males sociales. Nos hace enfrentarnos con la realidad de que la injusticia social, la pobreza, la falta de acceso a la educación, la inseguridad, el desempleo, etc. no son solo problemas para el gobierno, sino problemas de los que cada uno es responsable.

Con esto no quiero decir que no haya casos de corrupción o abusos en la clase política. De hecho, en algunos países, como Venezuela, la violación reiterada de los derechos humanos hace imposible vivir el principio de subsidariedad porque los ciudadabos viven oprimidos en sus derechos más elementales. Sin embargo, si estoy convencido de que el ciudadano de a pie debe hacer más por su país y esperar menos del gobierno. Quizá esto se puede resumir en la conocida frase de John F. Kennedy “ask not what your country can do for you—ask what you can do for your country”.

Si nos hacemos y contestamos esa pregunta, nos quejaremos menos, veremos el futuro de nuestras sociedades con una óptica más optimista, nos sentiremos protagonistas de la construcción de un mundo mejor y en consecuencia, aportaremos a que sea una realidad. 

La Revolución del Cariño

Tiempo de lectura: 2 minutos

Mis sobrinos: Ignacio y Francisco.

¿tu verdad?, ¿mi verdad? ¡No!; la verdad. Ven conmigo a buscarla.

Con esas palabras me retó, en su discurso de graduación, un buen amigo de la secundaria. He aceptado su reto, y en todos estos años he mantenido esa búsqueda.  Me ha ayudado seguir el consejo de Chesterton, un pensador inglés: hay que tener siempre una mente abierta, pero cerrarla cuando se consigue algo valioso, no vaya a ser que por tenerla siempre abierta se nos caiga el cerebro.

Así, poco a poco he ido formando mis convicciones y encontrándome con la verdad, aunque sea parcialmente. También he procurado compartirla porque no quiero retenerla egoístamente, sino hacer a otros disfrutar de la alegría de encontrarla.

Lamentablemente, esto no siempre ha sido un proceso fácil. En el mundo de hoy defender o promover las propias convicciones resulta peligroso. Hablar de la verdad es considerado antidemocrático o intolerante. Por ello, empecé a pensar cómo se podían promover las propias convicciones sin que nadie sienta amenazada su libertad de pensamiento.

He llegado a la conclusión de que es necesario trabajar menos con los argumentos y esforzarse más en que los interlocutores se sientan queridos. La fuerza persuasiva de la verdad, no está tanto en su lógica intrínseca, sino en el cariño con que se transmite.

En el momento que una persona escucha algo y percibe que se le dice con cariño, se produce una transformación. Ya no se trata de quién tiene la razón, sino de cuál es la realidad de las cosas. De encontrar la verdad.

Quizá por eso los consejos de una madre son tan influyentes.  Posiblemente no están llenos de argumentos imbatibles pero, ¿quién puede resistirse a esas indicaciones maternales, acompañadas de una mirada y un tono que parecen la materialización del cariño?

Inocente soy

Tiempo de lectura: 2 minutos

Todos tenemos a imperiosa necesitad de estar en paz con nuestra conciencia. Por eso, me atrevo a afirmar que, aunque en mil formulaciones distintas, cada ser humanos se pregunta a sí mismo con cierta frecuencia ¿yo soy buena persona? 
Sobre la respuesta a esa pregunta versa esta reflexión. Diría que tiene su su orgien (la reflexión) en la impresión que me causan las declaraciones de Poncio Pilatos en el pseudo juicio que le hizo a Jesús de Nazaret. Para eximirse de responsabilidad, declara: inocente soy de la sangre de este justo, vosotros veréis. Luego, se lava las manos. Y con eso, al menos ante su conciencia, parece haber resuelto el problema. Horas después se produce un homicidio que él pudo haber evitado. Es un ejemplo de la tragedia que suponen las faltas de omisión. 
Poder afirmar “yo no le hago daño a nadie” parece haberse convertido en la aspiración moral más elevada del hombre moderno.  Una nueva ética se ha instaurado en el mundo: ser bueno no consiste en hacer el bien, sino en no hacer el mal. Expresiones que evidentemente no son sinónimas. 
Bajo esta nueva ética el mundo se ha empobrecido. Dejamos de sentirnos responsables de la superación personal de quienes nos rodean. Abandonamos a su suerte a cada hombre, olvidando que solo con el apoyo de otros el ser humano puede mejorar. Y lo que es peor, vivimos con la conciencia adormecida, ciegos ante el sufrimiento de tantos, porque pensamos que como no somos los causantes de un mal, estamos eximidos de hacer algo por remediarlo. 
Tenemos que recuperar la conciencia de que el hombre bueno evita el mal pero también procura el bien. Y no solo el propio sino el de los demás. De este modo vamos humanizando este mundo nuestro que sufre tantas heridas, agravadas muchas veces por la indiferencia de los que se creen buenos. Nadie puede contentarse y sentirse satisfecho porque “no le hace mal a nadie”. Esto es algo, pero muy poco. Quizá podría afirmarse que es la ética en su versión más primitiva.
Puede ayudar que cada día antes de dormir nos preguntáramos: ¿qué bien hice hoy por los demás? ¿que situación difícil ayudé a superar? 

Lecciones de unos bebés simpáticos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Mis sobrinos en un paseo
Este fin de semana, fui a dar unas conferencias en Washington D.C. y pude compartir con unos sobrinos que todavía no conocía. Son Francisco, Ignacio, Isa y Xavier que tienen 4, 3, 1 año respectivamente. El pequeñín tiene 8 meses. Todos encantadores, y esto es objetivo, no es porque sea su tío. 
Cuando los bebés lloran, suele ser por una razón. Tienen hambre, sed, sueño, les duele la cabeza o tienen el pañal sucio… Y a atender sus necesidades acude presuroso su mamá o su papá. Esta escena la vi repetirse durante los últimos días y me hizo pensar en que quizá los adultos debemos llorar más. 
Las lágrimas son la expresión externa de una necesidad. Y mostrándolas podemos poner a los demás en conocimiento de nuestras dificultades. El mundo de hoy parece analtecer al adulto autosuficiente, que no necesita nada de nadie. Pedir ayuda es casi sinónimo de debilidad. El resultado es que sufrimos solos y por demás. 
Los bebés se revelan ante esta actitud y lloran sin verguenza, pidiendo -sin palabras- que alguien los oiga. 
Quizá en eso, muchos adultos podríamos imitar a los niños. Todos necesitamos un paño de lágrimas. Hay que conseguirlo y con él, con ella, llorar sin miedo. Si lo hacemos así, las lágrimas serán momentáneas porque encontraremos apoyo y como los bebés, pasaremos pronto del llanto a la sonrisa.