Preguntas Difíciles
– Mami, ¿si santa es tan gordo cómo cabe por la chimenea? Y, si esta casa es tan alta ¿cómo es que logra bajar sin darse un golpe cuando cae? Si no sabes, yo se lo voy a preguntar, esta noche me voy a quedar despierto para conocerlo.
– No –contesta la mamá- no puedes porque hay que irse a dormir.
– Pero, ¿por qué no puedo quedarme despierto para saludarlo? Seguro se alegra de verme.
Y otro día:
– Hijo, vamos a hablarle a Papá Dios que está en tu corazón.
– Pero mami, ¿porqué no sale de ahí y así es más fácil hablar con Él? Si lo viera, es más fácil. ¿Por qué Dios no se deja ver? Yo lo quiero ver.
Y así, continúa la historia de un niño preguntón y una madre que no sabe cómo contestar.
Me encanta que se pueda decir tanto en tan poco espacio.
Aquí hay algo… Pero "no se" que es, pero si sé que es bueno.
Ya lo decía Saint Exuperi, hay cosas que solo se ven con el corazón ya que lo esencial es invisible a los ojos.
Que bien dicho en tan pocas palabras. La vulnerabilidad es una virtud que pocos padres practican. Y al no ser vulnerables, damos a entender que el sentirse con miedo o errar es un fracaso, en vez de una oportunidad. Debemos compartir con nuestros hijos lo bueno y lo malo, las victorias y fracasos para que puedan aprender de nuestros errores y no tener que pasarlos por omisión. Y todo eso comienza con un simple… no se
Que manera tan fresca de decir cosas consistentes, excelente!
Muy cierto. Muchas Gracias por comentar
Gracias Carlos! Genial tu comentario.
Gracias. Tengo buenos asesores que me ayudan.
Muy agradecido y honrado de que el rector de la Universidad Monteávila, mi querida alma mater, comente el artículo.
Gracias por tu comentario. Tengo una mamá y un papá increíbles que me enseñaron a pensar. El mérito es suyo.